Quienes tenemos memoria de lo vivido en los últimos 50 años por nuestro país, seguramente coincidiremos en algunas pocas certezas como estas tres: la dictadura militar (nacida como respuesta al terrorismo subversivo) cometió actos atroces que violan derechos humanos fundamentales; la democracia recuperada en 1983 (en medida importante por la derrota militar en Malvinas que nos propinó Inglaterra en 1982) ha sido incapaz de reubicar a nuestro país en los niveles internacionales que tuvo entre 1900 y 1940; los doce años de gobierno kirchnerista han llevado la corrupción y el populismo hasta niveles inéditos en nuestra historia.

El libro de Nicolás Wiñazki examina a lo largo de casi 400 páginas este último punto. Se trata de una investigación periodística cercana al registro histórico de los hechos salientes del período kirchnerista. El lector se encontrará con detalles de los más de 900 vehículos y más de 200 propiedades adquiridas por Lázaro Báez en su ascenso de la mano de Néstor Kirchner; los 600 millones recibidos en 1993 por regalías petroleras desde el gobierno de Menem -sobre cuyo manejo y destino Kirchner jamás rindió cuenta y cuyo rastreo en varios bancos europeos es seguido por Wiñazki-; los hechos y revelaciones de Fariña; la muerte de Nisman y su tenebroso entorno de espionaje vinculados al atentado contra la AMIA; Aníbal Fernández y la ruta de la droga K; Boudou, Cristina y Ciccone; el funcionamiento semi paralizado de la Justicia; la muerte de Néstor Kirchner… Podría seguir enumerando hechos, de cuyo desenlace judicial continuamos enterándonos hoy, pero me detengo aquí.

La minuciosidad con que Wiñazki examina documentos y testimonios habla de la severa gravedad de sus acusaciones. Éstas describen hechos de un gobierno corrupto y populista que empleó la mentira sin inhibiciones. Sin embargo, en ese mérito del volumen también estriba el riesgo de abrumar al lector con una proliferación de nombres, lugares, fechas, procedimientos y ponerlo ante una verdadera torre de Babel inabarcable. Pero ese es el riesgo de mirar de cerca nuestra historia reciente.

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Jorge Estrella